"Estaba muy bien, pero no supisteis venderlo"
¿No lo habéis escuchado nunca? Pues será porque no sois informáticos, o porque os llamais Ramón; o Antonio.
Muchas veces me he preguntado si esta crítica era justa, si realmente es compatible nuestro trabajo, andar todo el día entre máquinas, instalaciones, variables y comandos, con la capacidad y el tiempo suficiente para explicar qué y cómo lo estábamos haciendo.
Es como si el cerebro fuera flexible pero con unas dimensiones finitas: lo que añado por un sitio, lo resto a otro. Y el cerebro es flexible, pero el tiempo es limitado. Lo sé por experiencia propia: mis temporadas de absorción en la programación me dejaban sin capacidad para juntar palabras de una forma más o menos agradable, más o menos comprensible, rítmica. O al revés: cuando me dedicaba a leer literatura aunque sólo fuera antes de acostarme, o a documentar o a tratar de explicar nuestro trabajo en las horas laborales, perdía la capacidad de volver a abstraerme en el mundo de la programación.
Casi nunca conseguimos vender bien ninguno de los proyectos en los que estamos, pero somos gente acostumbrada a no desfallecer, a seguir intentándolo. Y esta capacidad es común a toda la buena gente a la que he conocido gracias a este proyecto: Ramón, Rafa, Antonio, Irina, Alonso, los "científicos" de Huelva ;-), Nieves, Jonathan, el Fiat, Xifré... Ellos quizás me entiendan. Si no los acabamos de pillar absortos en el código que nos ocupa :-)
Para seguir divagando:
Presión: véndase
Y si todo fuera mentira: Esto es lo que pasa en el cerebro cuando programas
Pero volvamos a lo que nos ocupa. ¿Qué ha pasado con mis primeras pruebas?
Os dejo la presentación de OGN en los GGTT de Cáceres:
Y una pequeña introduccion a OGN en PDF, con la que seguro no os pederéis
Y sigamos aprendiendo sobre nuestra máquina de pensar, como en una rueda recursiva casi casi infinita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario